Las buenas prácticas contables aconsejan no prolongar el periodo de amortización más allá de 10 años, pero en tractores quizá vamos a los 15 años. Prorrogar aún más ese intervalo es absurdo pues los tractores tienen una muerte tecnológica aunque mecánicamente puedan seguir funcionando. Por eso mi consejo es que cuando hagas el estudio de rentabilidad de tu explotación pongas 10 años o, para no desanimarte, si quieres puedes llegar a 12 ó 15 años. Esto es justo lo que ha pasado con la crisis y es que hemos “alargado” la vida de nuestras máquinas ante la incapacidad de comprar nuevas.